Disciplina positiva. Patricia Castaño, educadora comprometida

Disciplina positiva

Mi invitación es empezar cuanto antes, ayudar a los niños validando sus emociones. Estoy segura que les regalaremos un tesoro de cara al futuro

Quiero presentaros hoy a Patricia Castaño, educadora y socióloga, inquieta ,observadora y apasionada del Crecimiento y Desarrollo Personal desde hace muchos años , Patricia es una persona a la que tenéis que conocer, encandilaros un poco con su sabiduría y abrirle la puerta de vuestras casitas para crecer y crecer.

 Muy recomendables sus talleres para padres, y sus acompañamientos en el embarazo entre otras muchas cosas. Aquí os dejo esta entrevista que con tanta generosidad nos ha regalado para somelittlepeople. ¡Allá Va!

De que manera nació el impulso en ti de dedicarte al mundo de la educación? Y no una educación al uso, este tipo de educación tan completa y comprometida para familias y niños

Nació en el momento que fui mamá, tengo una hija de 3 años y medio y desde el día que nació ( e incluso antes,  estando embarazada )  no he parado de aprender de ella. Tengo una gran maestra en casa. 

Al poco tiempo de nacer me di cuenta que muchas de las cosas que había aprendido chocaban con mis valores actuales.

Había heredado una mochila de aprendizajes de mi infancia que en algunos casos no quería traspasar a mi hija. Quería hacerlo de otra manera, una en la que tanto mi hija como yo nos sintiéramos bien, a gusto.

Soy bastante curiosa y me encanta todo lo relacionado con las personas así que suelo leer mucho de aquí y de allá, empecé a ir a diferentes cursos de crianza y conocí en uno de esos la Disciplina Positiva y me cautivó. La llevé a casa, se la presenté a mi marido y la pusimos en práctica con nosotros mismos y con nuestra hija y la cosa funcionaba, así que decidí seguir avanzando en este tipo de modelo educativo y acabé Certificándome como Educadora de Familias. 

Como te decía, he bebido de muchas fuentes y ahora, mezclo todo lo aprendido, junto conocimientos y mi experiencia como madre e imparto talleres de formación y doy asesoramiento a familias para ayudarles a mejorar algunas de las dificultades que se dan en su día a día como padres, siempre de forma afectuosa y desde el respeto mutuo. 

Se habla mucho de la crianza respetuosa ¿Por qué crees que aún suena a chino o a secta en algunos sectores, cuando no encierra nada más allá que el propio sentido común?

Estamos en un momento de cambio, se están planteando muchas «nuevas» formas de educar y como en todo cambio hay mucho caos. Se confunden unos conceptos o metodologías con otros y se lleva todo al extremo, por eso creo que aún falta por hacer, por informar y dar a conocer lo que significa una crianza respetuosa, consciente, equilibrada. 

Pienso que en algunos sectores se considera que la crianza respetuosa lleva a la ausencia de la firmeza ( que no imposición ) , falta de normas, de límites y no es así. Para mí este tipo de crianza, se refiere a una en la que hay autoconocimiento, consciencia, autocontrol, compasión con uno mismo, amor y respeto ( con nosotros mismos, con nuestros hijos y con nuestro entorno ) y ¿quién no quiere eso?. 

A veces los » bandos» en la crianza surgen de la necesidad de imponer al otro nuestro criterio, nuestras formas y no se trata de eso, no creo que haya que convencer a nadie de nada, cada uno tiene sus formas, su momento, no existe una única ni mejor manera de educar. Por eso es tan importante inculcar el respeto, porque así no habrá estos enfrentamientos si no que habría más ayuda y colaboración entre las familias.

Como digo no se trata de imponer un modelo educativo u otro, creo sencillamente que si todo va bien hay que seguir por ese camino y si  uno no se siente bien con algo que hace o siente es bueno mirárselo y aprender nuevas formas, para que tanto nosotros como padres, como los niños estemos bien, dando lo mejor de nosotros.

Como dices, en muchos casos es seguir el sentido común, pero lamentablemente en esta sociedad el sentido común suele ser el menor común de los sentidos, por eso toca difundir y seguir trabajando, a veces es duro pero es muy reconfortante ver los frutos en los niños. 

¿Por qué piensas que muchas personas son reticentes a la educación emocional ?

Porque a nosotros no nos enseñaron a gestionar nuestras emociones, en nuestra época no se le daba prioridad y ahora se sabe la importancia que tiene el saber gestionarlas.

Puede que también porque requiere de un trabajo personal y no todos estamos dispuestos a escarbar dentro.

Sin embargo, queremos que nuestros hijos no tengan rabietas, no griten, no se enfaden y nosotros como adultos todavía seguimos sin saber autocontrolarnos y estallamos en el coche, con el compañero del trabajo…, pero pretendemos que nuestros hijos, que aún son pequeños, gestionen emociones que nosotros somos incapaces de gestionar. 

Mi invitación es empezar cuanto antes, ayudarles validando sus emociones, acompañarles cuando estén desbordados, estoy segura que les regalaremos un tesoro de cara al futuro.

Hoy las enfermedades más comunes en las sociedades desarrolladas son el estrés, la ansiedad, la depresión…si te das cuenta todas ellas llevan detrás una falta de gestión emocional, a mí me da que pensar y pongo mi granito de arena para que esto cambie. 

Haces talleres y retiros especializados , háblanos un poco de ellos…

Sí, he lanzado la idea de los Retiros familiares en Disciplina Positiva para padres e Inteligencia Emocional para niños, para llevar todo esto a las familias, de manera conjunta con sus hijos y en fines de semana, en los que además de la convivencia con otras familias se llevan aprendizajes, conocimientos, experiencias.

Es precioso la conexión que se lleva cada familia y la red que se tejen con otras personas. Se llevan amistades de por vida porque son fines de semana en los que todos nos abrimos, nos exponemos, compartimos y sentimos que los «problemas» que tenemos en la crianza/educación de nuestros hijos son siempre los mismos para todos, la diferencia está en como cada uno de nosotros actuamos para resolverlos. Yo propongo que sean actuaciones basadas en la amabilidad, la firmeza, el respeto y por su puesto el amor.

Mientras yo trabajo con los padres en el taller de disciplina positiva ( mezclando también el auto conocimiento a través del  coaching ) , mi compañera Jennifer Varela hace un trabajo maravilloso de inteligencia emocional con los niños.

Para mí es el retiro al que me hubiera encantado ir cuando empecé con esto de la maternidad, ya que aúna todo lo que me ha llevado tantos años aprender de cursos, formaciones y experiencias.

En cuanto a Los Talleres los imparto en centros y colegios, están teniendo mucha acogida y consisten en dar a conocer la disciplina positiva unido con el auto conocimiento.

A partir del 2018 junto con Jennifer, lanzaremos Talleres para Familias en los que abordaremos la disciplina positiva, el autoconocimiento, la gestión emocional,  en clases conjuntas de padres e hijos para que vayan de la mano y aprendan juntos herramientas que puedan usar en sus hogares. 

En un mundo cada vez más loco donde parece que las personas funcionan de manera muy individualista …¿qué función crees que tiene el concepto “tribu”?

Para mí es un concepto precioso y diría que no solo necesario si no imprescindible en la maternidad/paternidad.

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El sentirse acompañado, el saber que otros están pasando las mismas dificultades que tú, el sentirse arropado, tener un sitio donde expresarte, desahogarte y soltar todo, me parece muy enriquecedor.

Creo que parte de los retos que hoy en día surgen en la crianza/educación es porque estamos muy solos, antes las familias se componían de más miembros, se vivía cerca del resto de familiares, abuelos, tíos.. y todo se hacía más fácil. Se podía contar con la ayuda y la cooperación de más personas y era muy saludable para todos. Hoy en día el estar tan aislados hace que en momentos las cosas se hagan muy cuesta arriba y difíciles de gestionar. 

Yo tuve la suerte de que una amiga me metiera en un grupo de crianza y creo que es de las cosas que más me ha servido en mi maternidad, un regalo poder formar parte de ese grupo de grandes mujeres que en más de una ocasión me han ayudado cuando me sentía desbordada con sus palabras de apoyo y respeto. 

¿Crees que se educa aún muy diferente a las chicas que a los chicos? y si es así ¿De qué manera afecta a los propios niños y niñas esta diferencia a la hora de desenvolverse en su vida cotidiana?

Sinceramente creo que no, que ya la cosa está bastante equilibrada, por lo menos en las familias que acuden a mí para que les oriente o en las familias de mi entorno no veo grandes diferencias como había antes. 

Creo que vamos desechando esas tópicos de las niñas por un lado y los niños por otro, aún queda algún resquicio de lo vivido, pero considero que en los hogares ya les vamos tratando y educando a todos por igual. 

Un tema tan desgraciadamente de moda “el bulling” se da cada vez más a menudo ¿Cómo crees que debemos actuar los padres cuando vemos que salta la alarma en nuestro entorno ?

Es un tema muy oído, sí. Creo que tiene que ver con el tipo de sociedad que hemos creado en la que prima la competencia, la fuerza, la imposición, el » y yo más», la falta de respeto y  de tolerancia.

En mi opinión, mucho tenemos que ver los padres, a veces son alarmas que nuestros hijos nos muestran como llamadas de socorro que deben ser oídas, tanto por el niño que acosa como por el que se siente acosado. En ambos casos hay que trabajar con ellos y ver qué les lleva a actuar de esa manera.

Afortunadamente hay otros países, por ejemplo en Finlandia,  que van adelantados en estos temas y ya hay un método que está probado y que se sabe que funciona: el método Kiva, ahora sólo falta que se extienda y se lleve a todos los centros educativos y a los hogares, porque no es solo trabajar en el colegio, también en casa con los padres para ir todos en el mismo camino: el del respeto. 

 Dentro de poco harás uno de tus famosos retiros, ¿Qué hacéis allí ? ¡Tiene pinta de ser todo un planazo!

Es un planazo, sí.

Hacemos actividades conjuntas de yoga, meditación, gestión emocional en familia, en una finca reservada en exclusiva para el grupo. 

Incluimos todo, alojamiento (con sábanas y toallas) , comidas, formaciones, materiales, queremos hacerlo fácil y cómodo para todos. 

Ofrecemos formación para padres en Disciplina Positiva,  mientras los niños se acercan, a través del juego, con mi compañera Jennifer, a la Inteligencia Emocional.

Hay música, juegos, conexión, aprendizaje, vivencias, cooperación y diversión. Una pasada, la verdad. 

Son retiros de fin de semana donde además de llevarse herramientas y materiales para seguir practicando en casa se crean unos vínculos preciosos dentro de la propia familia y también con el resto de familias que participan.

Es una experiencia inolvidable y para nosotras está siendo todo un aprendizaje de vida. 

Cuales serían tus 5 consejos básicos para padres primerizos

Bueno, más que consejos, serían las cosas que a mi me sirvieron y me siguen sirviendo, por si a alguien le ayuda en algo, que cada uno coja lo que le venga bien 

1. Confianza. Saber que todo pasa y todo llega. Es mi mantra, me lo repito constantemente en momentos difíciles para darme cuenta que hasta lo más duro termina pasando y que la luz acaba llegando. 

2. Autoconocimiento – Autocontrol- Autocuidado, cuando uno se conoce así mismo, aprende a ser compasivo con uno mismo, a gestionar sus emociones y a cuidarse ( darse prioridad, con tiempo para uno mismo ) empieza todo a fluir de una manera mucho más natural y equilibrada. 

3. Coherencia, si se consigue ser coherente con lo que uno quiere, piensa, siente y hace todo es más fácil. A veces, intentamos seguir consejos, opiniones de otros, que no tienen que ver con nosotros y acabamos sintiéndonos fatal por ello y descolocados. Si uno se escucha y aprende a ser coherente, nuestros hijos lo perciben y las cosas empiezan a ir mejor. 

4. El valor de ser imperfectos, últimamente surge el deseo de llegar a todo, nos culpamos por no llegar a tiempo a hacer tal o cual cosa, queremos ser superwoman y superman y esto es imposible. Además de llevarnos a la frustración y a la exigencia nos evita el poder aprender. Admitir que somos humanos y que no somos perfectos me parece fundamental para que pueda haber crecimiento y evolución personal.

5. Los errores son magníficas oportunidades para aprender. Si nos decimos eso a nosotros y se lo trasmitimos a nuestros hijos, las tensiones desaparecen para dar lugar a nuevas formas de hacer. Aprender a ver que no pasa nada por saltar, por sentirnos agotados, por no hacer las cosas como nos gustaría es el camino de la toma de consciencia para luego poder cambiar las cosas, así que fuera la culpa, el castigarnos y demos lugar a la compasión y al desaprender para poder aprender desde otro lugar, el del amor hacia uno mismo y hacia los demás. 

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